Cuando uno muere, otro nace. Cuando algo se acaba, algo empieza. Cuando se cierra una ventana, se abre un ventanal... Y así podríamos seguir con todos los extremos de principio y final. Como la comparación entre el fin de año y la muerte.
Este año que justo acabamos de pasar, ha fallecido la abuela de un amigo. Enfermó semanas antes de nochevieja y el día 30 de diciembre del 2010 recibí la trágica y esperada noticia: había muerto aquella señora. La tarde del 31 su cuerpo estaba ya bajo tierra y pocas horas después enterramos también un año en el que todos y cada uno de nosotros hemos ganado experiencia gracias a los errores. Pero también hemos vivido momentos inolvidables que ahora quedan acomodados en nuestra memoria.
Esta es la rueda de la vida que así seguirá por siempre jamás.
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