Fin de año es un día muy importante para la mayoría de los seres humanos, para unos más que otros. Para mí significa mucho porque dejas atrás una vida y empieza otra similar pero con diferencias.
Cuando dejas un año atrás, no dejas nada más que otro año. Lo único que te queda de él son las experiencias, tanto las buenas, los recuerdos más bonitos, como las malas y los errores que has cometido. De ellos puedes aprender para que no te vuelva a suceder.
Dicen que la vida y la muerte están relacionadas con el fin de año, porque acaba un ciclo y empieza otro. Pero la diferencia que hay entre esta relación es que el fin de año es un día que nosotros sabemos, pero cuando nacemos o morimos no lo sabe nadie, nos lo pueden decir aproximadamente pero no exactamente.
En fin de año se usa la frase “año nuevo vida nueva”, no es cierto del todo pero si tiene parte de razón. Cada año no es igual, como cada día, que tampoco lo es. Simplemente vamos obteniendo experiencias de lo que es realmente la vida.
Cuando llega fin de año no significa que todo acaba sino que todo continúa y podemos mejorar en algunas cosas o proponernos propósitos nuevos. Pero la vida no cambia radicalmente porque se acabe el año, sino que durante el año las cosas van cambiando.
Yo, antes de que llegue fin de año, hago una lista de propósitos para cumplir con el objetivo de mejorar en algunos aspectos de mi vida y no cometer los mismos fallos en este nuevo año. Pero el problema está en que es muy fácil decirlo pero es muy difícil cumplirlo.
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