(ver EL PRIMER DÍA, EL SEGUNDO DÍA, EXTRACTO DEL DIARIO DEL CAPITÁN, EL PRINCIPIO DEL FIN, LA CAÍDA DEL EUROPA)
FINAL
Viernes, 17 octubre 1768
El capitán se alegró, todo había salido a pedir de boca. En ese momento se encontraba en el Surprise, el navío pirata, que supuestamente saqueó el Europa, había sido una suerte que unos corsarios los atacasen, Espinoza tenía la oportunidad perfecta para abandonar el barco. Después del ataque de los navíos enemigos y antes de que el Surprise entrase en escena, el capitán del Europa ordeno a Mendoza tirar por la borda toda la munición después de la batalla naval y a de la Fuente esparcir por las bodegas la pólvora y casi todo el ron.
Lo tenían todo previsto, pararon en aquél punto del mar para la llegada del Surprise. Se aseguraron una mecha desde las bodegas hasta el puente del Europa para conseguir tiempo para huir y que la tripulación a lo lejos creyera que el oro descansaba en el fondo del mar.
La nave la capitaneaba Mario Mendoza, que se había hecho pirata tras la muerte de su padre. Se cargó en la nave todo el oro que cabía en las bodegas del Surprise y unos barriles de ron para la tripulación a parte del cuadro del despacho de Espinoza y el cuaderno de bitácora.
Mario entregó una carabela al capitán a la que se le cargó el oro que entraban en las bodegas, víveres para unos días y doce marineros autóctonos de la isla de Lemnos lugar al que se dirigían, Mario aceptó el oro que como presente por la ayuda prestada y dejó a esos doce marineros que regresaran a su patria, Mario con el oro pretendía ir a los mares del norte para dejar la piratería y establecerse como comerciante.
Mario habló con su hermano para que se quedara con él, pero no logró convencerlo . Así que la carabela con Espinoza, Mendoza y de la Fuente se dirigían a Lemnos. Aquellos tres hombres habían arruinado a su país, habían herido el orgullo de la nación hundiendo el Europa y ellos serían recordados como unos grandes marineros.
Una vez llegaran a Lemnos se instalarían en una casita de color blanco donde reharían sus vidas, se casarían, tendrían hijos o simplemente pescarían hasta el atardecer.
Unos días después se encontraban en su nuevo hogar, Lemnos, una isla de origen volcánico cautivó los corazones de los tres nuevos habitantes de la isla, una vez establecidos en su nueva casa Espinoza dejó el cuadro en una esquina, se dirigió a la playa, miró el cuaderno de bitácora y lo soltó en el mar, ocultando así la verdad de lo sucedido.
Lemnos |
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