domingo, 27 de febrero de 2011

¿Los sueños superan la realidad?


Cuando somo niños, soñamos en cosas pequeñas, sencillas: un helado de fresa, una muñeca que llora y hace pis o esa bicicleta que tiene el vecino del quinto. Cuando nos hacemos mayores, nuestros sueños cambian con nosotros y se vuelven complejos igual que nosotros, y de repente esa muñeca se convierte en un vestido nuevo. Pero los sueños se rompen a pedazos cuando se topan de frente con la realidad, porque la realidad a menudo es realmente distinta a como uno cree que es.

Nos empeñamos en buscar la felicidad cada dia y no nos damos cuenta que es ella quien tiene que encontrarnos, y eso ocurrirá donde y cuando menos te lo esperes. Por eso nunca tenemos que dejar de hacer lo que estemos haciendo para encontrar esa felicidad que aún no ha llegado a nosotros, porque a lo mejor dentro de dos minutos ya nos habrá encontrado. Solo importa el presente, ni el pasado ni el futuro contienen lo que contiene el presente.

Hay momentos en la vida en que una sola decisión en un solo instante cambia irremediablemente el curso de las cosas. Cuando decides tirar para adelante o cuando decides mentir, en esa décima de segundo todo puede girar hacia el lado oscuro o, en canvio, inundarse de luz, todo podrá llevarte al cielo o al infierno, pero siempre será un lugar desde el cual no podrás volver atrás.

El miedo es como la familia, que todo el mundo tiene una, los miedos son tan personales y diferentes como pueden serlo todas las familias del mundo. Hay miedos tan simples como desnudarse ante un extraño, miedos con los que uno aprende a ir conviviendo, miedo a quedarnos atrás, miedo a no ser lo que soñamos, a no dar la talla, miedo a que nadie entienda lo que queremos ser. Hay miedos que nos va dejando la conciencia, el miedo a ser culpables de lo que les pasa a los demás, y también el miedo a lo que no queremos sentir, a lo que no queremos mirar, a lo desconocido. Por eso a veces esas pequeñas inseguridades se convierten en grandes miedos, como el miedo a no ser lo que soñamos ser. Y justamente por eso, tenemos que hacer todo lo imposible, para dar la talla.

2 comentarios:

Alice Depalle dijo...

una sola paraula Lili:

waaaaaaaaaaaaaaau<3 !!!

Lídia dijo...

jajjajaja!
em vaig inspirar xdd