FIN DE CICLO

Se acaba el curso y es automático. Te vienen todos los recuerdos, vivencias, alegrías, enfados, amistades, miradas... que te han pasado en este edificio, que durante el día a día parece que te haga la vida imposible pero que a medida que van pasando los cursos ves que más del 70% de tu vida está relacionado con el “cole” y que en el fondo te lo pasas bien, haces amigos y te llevas alguna que otra alegría.

En setiembre te dices que es imposible aguantar otros nueve meses ahí pero mira, ya han pasado y nadie se ha enterado casi. Conforme vas subiendo de curso se te van haciendo más cortos los años, vas madurando y vas viendo la vida de otra forma.

Y aunque no sea nada más que un beneficio para nuestro futuro y para nosotros, lo encontramos un rollo.

El ambiente de clase también es muy importante. El primer día de cole piensas: que si no me voy a adaptar, que si no voy a hacer amigos, que si no voy a pasar de curso... pero poco a poco todos estos miedos se esfuman. Es más llega un momento que con ese que creías que nunca te ibas a hablar acaba siendo uno con los que hablas más y eso te reconforta mucho.

Aunque en clase seamos todos tan diferentes, cuando no está alguien se nota, se nota que falta esa pieza del rompecabezas, esa pieza nuestra e irreemplazable.

Lo más duro es el vacío que dejan esos que se van del cole, los que repiten porque aunque nos seguiremos viendo, ya nada va a ser lo mismo. Y vale que ahora tengamos muchas facilidades para seguir en contacto pero no va a ser igual que verlos cada día, ir a la misma clase... Pero cada uno tiene que coger el camino que cree que será mejor para su futuro.

¡Para vosotros!